El Blog de Juan Cuevas: La Neobruja

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16 de abril de 2013

La Neobruja


A los 32 años ya necesitaba un cambio de vida, para una mujer sola como yo hacer la calle ya no podía seguir siendo una opción, cada vez había más competencia y no solo hablo de las emigrantes  cada vez mas baratas y con mejor cuerpo hay que admitirlo, es que a cada año que pasa además las que hacen la calle son más jóvenes y así no hay quien pueda.



Además hacer la calle es muy duro, no es vida fácil como pueden pensar, una se expone a mucha violencia, no hay quien nos proteja porque la policía es nuestro principal explotador y no se gana tanto como creen, hay que estar siempre cambiando de vivienda y la vida nocturna acaba con la piel, eso lo sé.



Por eso decidí cambiar de oficio, por simple necesidad económica. Suena feo pero es la verdad. El principio fue lo más complicado, yo no sabía como era esto de ser bruja, se me ocurrió de repente o tal vez fue una voz en mi interior que resonaba desde hace unos meses, cuando fui a dar ese servicio en el barrio ricachón, era una especie de fiesta de adolescentes, no más de cinco. No sé como consiguieron mi teléfono y yo jamás respondo a esos servicios a domicilio si no tengo referencias, sobre todo con tanto demente suelto, pero no tenía ni un duro en la bolsa y debía dos semanas de hotel y bueno el hambre tiene cara de perro.

Fui a la dirección y desde que entré al conjunto residencial le vi mal modo al trabajo. Guardias en la entrada del conjunto privado y con mi pinta de dama de la noche no pensé que me dejarían entrar. Pero los guardias parecían estar sobre aviso, apenas me acerqué al portón se abrió la puerta eléctrica y entré a la que sería mi carcel por un rato.



Les traté de dar buen servicio porque el cliente está para eso, sean menores de edad o simples vejetes calenturientos, además una no está para darles la lata con sus problemas, para eso las madres y esposas se pintan solas. Pero hay que ver que estos no son tiempos, los cinco niñatos eran unos salvajes, obsesionados por el sexo anal. Como si la hubiesen metido por delante demasiadas veces como para buscar variedad. Lo que les destaco es su falta de pudor, apenas llegué no tuvieron problemas es desnudarse y someterme entre todos y con la luz prendida. En perfecta y malvada comunión. Fue ahi que se me quedó clavada en la mente la palabra y como dice la Biblia todo empezó con la palabra.



Seguro que los muchachitos de mamá solo la usaron para evidenciar mi edad y mi fealdad, por eso me llamaron bruja y en sus febriles deseos procedieron al rito ancestral de lapidarme con sus lanzas en desarrollo, que no por diminutas dejaron de hacer daño. No les culpo, solo responden al dominio de sus bajos deseos, oscuras pasiones que moran en el animal que vive en todo ser. Al menos me pagaron y hasta me procuré en sus mismas narices un par de cadenas de oro, quizá mi primer acto mágico, si no fuera porque mas de una vez me he despachado propinas de ese tipo.



El tema es que estaba bien dispuesta a ser una bruja porque para mi constituye un grado superior en la escalera al éxito. La pregunta fundamental era como, como rayos le hago para aprender brujeria y empezar a desempeñarme en el nuevo oficio???. Ahora que lo pienso no me sentí en ese momento tan preocupada por mi entrenamiento formal en la brujería, es como si todas las mujeres vinieramos al mundo con un codigo genético ya grabado desde antes. Podemos ser putas, brujas o madres. Son cosas que ya se conocen por puro instinto y eso lo presentí desde siempre.



Me compré un juego de naipes, pensé que mejor sería un tarot, pero le tenía respeto a esas cosas asi que mejor empezar con algo simple. Mi método de adivinación carecía de toda técnica y era puramente instintiva, me venía de las tripas pues. Hacía que mi cliente barajara el mazo de cartas y yo procedía a sacar una por una las cartas y a mostrarlas sobre la mesa. Entonces empezaba a decir lo primero que se venía a la mente. Una frase por carta.



Muy pronto empecé a hacerme famosa, porque al decir una frase predictiva por cada carta de la baraja estaba dando 40 predicciones por cada sesión. De tales que mis sesiones duraban cuando menos dos horas y hasta tres. Eso me dio la fama porque cualquier tarotista o ningromante no da mas de 20 minutos de su tiempo a cada cliente. Mi teoría era que si no podía dar buenas predicciones entonces daría muchas, muchísimas predicciones y como la probabilidad es una cosa de números en cualquier momento daba con una buena predicción y listo.



Además desde el princio cobraba mucho. No están los tiempos para otra cosa. Si en la calle no tenía los atributos para venderme muy caro aqui si se podía y con la clientela la cosa fue mejorando porque ellas solas te hacen la publicidad. Otra cosa buena: ahora trabajaba mayormente con mujeres, no es que en el pasado no me haya tocado atender hembras en mi otro trabajo, pero es que ahora recibía de ellas algo que jamás pensé volver a sentir: Respeto.



Y es que las brujas tenemos un halo misterioso que nos hace respetables y temibles, eso ya lo sabía desde antes y era un placer comprobarlo. Por eso empecé a cambiar mi estilo, compré unos bonitos vestidos holgados como de princesa árabe. Traté de no vestirme como gitana porque tienen mala fama las pobres y no dejé de mostrar harta piel porque de todas formas algo queda de recorrer tanta calle.



Algunos pocos clientes antiguos que seguían frecuentandome fueron los únicos sorprendidos con mi cambio de rol, que en el fondo era lo mismo. Porque en ambos oficios se trata de lo mismo, hay que dar al cliente una satisfacción pasajera. Para que goce y para que vuelva. Ahora podía hablar más que antes pero no tanto como ustedes puedan creer, en ambos oficios se trata mas que nada de saber escuchar y segun eso decir lo que el cliente espera oir. Es muy fácil.



Y lo mejor de todo es que la piel se me empezó a poner bonita, no como cuando era una jovencita, pero si bastante tersa. Es que eso de comer a mis horas y dormir por las noches le hace maravillas al cuerpo, y de vez en cuando me acostaba con algún cliente fiel, pero mas por deseo que por dinero. Hasta me hice vegetariana, lo que no dejo de recomendar a todo el que quiera escucharme, esto de no comer carne es una maravilla.



No puedo desconocer que no todo es miel sobre ojuelas, mi relación con las autoridades no cambió en casi nada. Solo digammos que ahora el abuso ya no era físico ni sexual sino mas bien exclusivamente monetario pero siguen siendo los verdaderos proxenetas de toda mujer librempresaria.



Pensé que demoraría mas tiempo en hacerme una reputacion como bruja, será que en lo otro la reputación me vino sola no lo sé. Pero el hecho es que en menos de un año mi clientela para la brujería era bastante regular y además me permitió pagar el alquiler de un departamentico pequeñón pero coqueto que me servía también como consulta. Lo decoré fiel a mi nuevo estilo y con ricos inciensos y luces ténues de velitas magicas completaba el ritual de adivinación con mis ya fieles clientas.



Pero este cambio de labores no tuvo una transición fácil, porque asi mismo son las transiciones, se dieron algunos casos graciosos, como el del marido de una nueva clienta que resultó ser un antiguo cliente, el pobre hombre se quedó de piedra cuando les abrí la puerta, imagino que pensó miles de cosas, quizá su mujer quería hacer un trío, quizá yo queria chantajearlo, quien sabe todo lo que el pobre tipo pensó. Pero aquello fue perfecto. Mientras el hombre esperaba en la sala yo aproveché lo que recordaba de su marido para darle una serie de consejos que dieron justo en el clavo. Eso me dio una fama con las amigas de la clienta, que no me dolió que ella jamás regresara por expresa solicitud del marido. Los clientes que me referenció me dieron para comprarme una moto de segunda mano.



Es que siempre me gustaron las motos y si como bruja no tengo escoba al menos una moto negra como la que tengo en algo se le parece.



Mi consagración en la brujería vino hace apenas un mes, después de adquirir experiencia en lo de adivinar la suerte, decidí profundizar en mis estudios, compré algunos libros, al principio eran para adornar la consulta pero poco a poco me interesé en su lectura y algo aprendí, auque aqui entre nos después de un año de bruja una sabe como identificar al vuelo a los colegas menos instruidos. Hasta llegué a pensar que no existían verdaderos maestros en este tema, hasta que leí la sicomagia de Jodorowsky y fue como un bautismo, mejor dicho fue como si me pusieran debajo de las cataratas del Niágara. Al fin encontré a mi maestro, pensé al cerrar el libro.

De ahi no paré, me vi todas sus películas, todos los libros que publicaba, hasta sus libros de historietas me leí. Pude pulir mi vocabulario y adquirí mayor consiencia* de mi labor sagrada. Hasta reuní el dinero necesario para ir a visitarlo a Francia donde vive desde hace años este mago.



Pero entonces llegó la idea del internet y tuve que matar a mi maestro, nosé si fue demasiado rápido, pero le debo mucho a su obra, y la trato de promover entre los futuros iniciados.



A Manuel lo conocía de antes, buen muchacho, incluso me llevó a dormir a su casa un par de noches. En los tiempos duros en los que hacía la calle. Aunque dormimos en la misma cama no quizo follarme, a mi no me importaba después de todo me ayudaba con el alojamiento y peores cosas hacía yo por dormir en una cama, pero solo me agarró un pecho y se durmió, lo mismo las dos noches. Llegué a pensar que era gay pero le conocí varias novias en ese tiempo y por la vida que llevaba me costó entender que en realidad era buen chico. Trabajaba en un cyber en el barrio rosa, aunque era casi ingeniero y no pudo terminar los estudios por falta de dinero y por mantener a su madre. Siempre estaba detrás de la computadora y me enseñó a leer mis mails y a chatear, yo lo que quería era que me consiguiera clientes, pero era demasiado digno para hacerlas de chulo.



Con el tiempo lo vi marchitarse en ese cyber, su mayor espectativa era la de encontrar algún buen negocio por internet y salir de la pobreza, pero no parecía encontrar nada durante esos años. El me vendió mi primera computadora, me la llevó hasta mi departamentico y me enseñó a conectarme al internet con una cuenta pirata que me regaló. Estaba un poco subido de peso y bastante mas viejo que hace un par de años cuando lo conocí y aunque ya no ejercía me acosté con el esa tarde, incluso cancelé una cita con una clienta para quedarnos un poco mas en la cama.



Fue allí que inició la idea del negocio, era tan simple que a nadie se le había ocurrido y yo seria la primera. Una bruja por internet. Manolito se encargaría de hacerme la página web y la promoción por la red, yo hablaría con las clientas para que también me consulten por la página. Debo admitir que en principio se trataba de darle una mano a Manuel con un trabajito extra para que se ayude pero poco a poco la idea prometió ser muchisimo más. Podíamos llegar a millones en el mundo, podíamos traducir la pagina a varios idiomas y eso significaba empezar a cambiar la conciencia del mundo, en una época que mas le hacía falta.



Manuel me hizo una bonita galería de fotos, tiene talento este chico, imagino que de ver tanto porno en internet, pero lo cierto es que las fotos quedaron geniales. Un amigo del serpentario me consiguió unas serpientes muy grandes y exóticas y también unas tarántulas enormes. Son increibles esos videos que grabamos con los tips de magia blanca que ustedes si desean pueden consultar en internet, sobre todo ese video tan famoso donde me sale una tarántula de entre los senos, ¡quince millones de visitas en youtube y sigue subiendo!.



Pero lo que causa más sensación en la web definitivamente son las pociones mágicas que hago bajo pedido y para todo tipo de males, alli explico algunas de las recetas mágicas para morbo de los lectores mas boraces y es que eso de unir tripas de gato con extracto de un ratón comido por serpiente resulta muy eficaz y repulsivo. No sé si algún demente replica estas recetas que me salen como todo demás de mis propias entrañas y que jamás pensaría en hacer de verdad. Es que piensen ustedes que soy vegetariana y además no tengo evidencia científica de que sea necesario sacrificar un animalito para que un novio vuelva. Lo que si funcionan son mis pociones y no porque sean mágicas aunque así las vendo por que la gente necesita esperanza.



Aún recuerdo la entrevista que le hicieron a un personaje diseñador de modas y experto en vender perfumes que ahora incursiona con éxito en la cosmética y en clínicas de cirugía estética, yo vendo esperanza, decía el muy ufano. Y es la pura verdad, eso mismo hago yo. No importa que mis productos solo tengan un poco de agua y colorante, a veces azucar y a veces sal. Se venden con gran éxito a precios muy altos y ¿saben ustedes por qué?, pues porque funcionan, solo por eso.



Algunos "expertos" me denostan hablando de efecto placebo y otras chapuzadas. Como si desconocieran que el ser humano posee un instinto básico animal, somos una escencia divina pero también animal, por eso cinco muchachitos se cofabulan para violar por detrás a una humilde prostituta y por eso todo ser humano NECESITA creer en algo mas grande y misterioso.



Yo desde mi vereda y desde los 16 años satisfago la misma necesidad.






*consiencia es una nueva palabra que inventé y que significa: conocimiento o sabiduria inspirada en los sentimientos y no en la ciencia. Nada tiene que ver con la conciencia que precisa de la comprobación, algún día entenderemos que debemos superar a la tecnología y alcanzar un nuevo nivel de... consiencia.