El chico de la nariz rota y sangrante tenía los ojos vidriosos, las lágrimas rodaron por sus mejillas sin que el pudiera evitarlo.
Salió de la fiesta y no volvimos a verle, su cuerpo fue encontrado debajo del puente.
Cinco heridas en el vientre producidas con una botella rota de vidrio. Es curioso que el cuello de la botella solo tuviera las huellas de la víctima.
La chica de la fiesta que provocó los celos de la víctima estaba demasiado histérica para tomar su declaración.
La investigación determinó que fue suicidio, no había alcohol o drogas en su sangre, solo el profundo dolor de un chico enamorado que descubre a su novia con otro muchacho en el baño.
El problema es que el chico muerto regresa cada vez que ella entra al baño, han pasado tres semanas y a la chica se le hace imposible ir a defecar en paz. Ha tenido que usar protectores diarios para orinar poco a poco, pero tiene el vientre terriblemente hinchado por la acumulación fecal.
Todos murmuran que la chica está embarazada, quizá el chico muerto sea el padre o quizá no, ella hasta ha empezado a sentir pataditas en el vientre.
Lo cierto es que los vómitos y los mareos no hacen mas que confirmar el diagnostico y el vientre no para de crecer.
Dentro de nueve meses el vientre explotará y nadie sabe que clase de cosa saldrá del cuerpo pútrido de la pequeña chica infiel.