El Blog de Juan Cuevas: Sangre de Vampiro

Tienda

Ya disponible en Amazon El Campeon

7 de noviembre de 2016

Sangre de Vampiro

EL DECAPITADO
Ivan llegó a la escena del crimen cinco minutos antes que la patrulla policial, a pesar de movilizarse en bicicleta es un experto y vive relativamente cerca. 

El escándalo fue provocado porque el camión de la basura encontró una cabeza humana fuera del contenedor. 


Primero fueron las fotografías de rigor y luego un breve análisis de la cabeza desmembrada. 

Para cuando el inspector llegó las primeras diligencias forenses estaban casi listas, solo restaba meter la cabeza humana en una bolsa de plástico y transportarla al departamento legal para los análisis y una identificación.

- ¿Qué tenemos?, preguntó el inspector sin quitar la vista de la cabeza.
- Hombre de unos 45 años, delgado y de no mas de 1,65 de estatura, ojos verdes. La cabeza fue cercenada hace no mas de 3 horas.
- ¿El resto del cuerpo?.
- Nadie sabe, el contenedor solo tiene bolsas de basura.

El inspector se dirigió a los oficiales de turno, las bolsas de basura ya estaban fuera del contenedor y fueron revisadas una por una por por el personal policial, el sector terminó de ser acordonado pero los primeros reporteros ya tomaban fotografías, dos camiones de canales de televisión estaban apostados y en pocos segundos iniciarían las transmisiones.

El camión de la basura aún obstaculizaba parte del tráfico y fue lo primero que revisaron, estaba casi vacío porque esa noche iniciaban las operaciones de limpieza, nada en la cámara principal y solo algo de basura en el balde posterior.

- ¿Usted fue el que descubrió la cabeza?
- Si oficial, yo iba a sacar la basura del contenedor y la vi, casi en media calle, entonces llamamos a la policía.

Los fríos ojos del inspector Gálvez escanearon el semblante del hombre que olía levemente a licor, la experiencia le decía que no mentía. Un turno por la noche para recoger basura exige enfrentarse al frío y un trago o dos no tenían nada de raro.

- Dice que fue al contenedor ¿fue ahí cuando vio la cabeza?.
- Se lo acabo de decir.
- Entonces no alcanzó a recoger la basura.
- No, la basura la sacaron después los agentes de policía.
- ¿Usted abrió el contenedor?. Los ojos del interrogado anunciaban alguna mentira.
- No me acuerdo.
El inspector caminó al contenedor abierto y lo cerró, luego inspeccionó la cubierta y encontró lo que buscaba.

- Aquí está, Ivan ¿esta es sangre de la víctima?.
- Podría ser, tomaré una muestra. Pero si hay sangre en la tapa del contenedor significa que fue arrojado desde algún vehículo en movimiento, no tuvieron la precaución de bajar del auto y meter la cabeza dentro del contenedor, quizá están repartiendo el cuerpo por la ciudad.

- Puede ser, pero lo dudo, si el plan era botar la cabeza a la basura hubieran tenido más cuidado, yo digo que fue lanzada desde arriba, por una ventana abierta como esa, rebotó en la tapa del contenedor y llegó a la calle, seguramente el de la basura abrió la tapa y por eso no vimos esa mancha antes.

La ventana abierta estaba en el quinto piso de un viejo edificio y dentro se distinguía una débil iluminación, un grupo de policías acompañaron al inspector Galvez. Dentro el cuadro que la habitación ofrecía parecía sacado de una mala película de terror. No menos de veinte velas iluminaban el lugar, se notaba descuido al colocarlas, algunas sobre la mesa central, otras directamente en el piso de madera.

De no haber llegado la policía la vieja construcción se hubiera convertido en cenizas con las primeras luces del día. Prendieron las luces y esta vez el inspector cuidó que no se tocara nada de la escena del crimen. A un costado de la habitación y sobre un promontorio de tierra estaba el cuerpo descabezado de la víctima correspondiendo exactamente a la primera descripción que hiciera el forense Ivan Valenzuela, en la otra esquina un lavatorio de loza con unas cenizas.

Uno de los mas jóvenes de la brigada se persignó automáticamente al ver aquel sórdido espectáculo.

- Un rito satánico, se oyó decir el inspector.

EL VAGABUNDO
El hombre gordo lanzó el cigarrillo a medio fumar y entró a la casa, adentro los gritos estertóneos e incomprensibles de la mujer me confirmaron que se trataba de una pareja de cubanos, desde la disolución del gobierno comunista llegan en bandadas, lo bueno es que tienen buen tabaco.

Me agaché a recoger la colilla aún encendida y le di una buena calada, era un desayuno bastante bueno después de todo.
El humo del cigarro me transportó 20 años atrás cuando no era el vago que ahora veo en el reflejo del auto estacionado.

En aquel tiempo no tenía esta barba, el departamento de sanidad no las permitía en los meseros y yo era el mejor sirviendo los tragos del Hotel Carrera, hasta allí llegaron los de la orquesta del Tropicana, directamente de la Habana, me gustaba esa gente, siempre alegres y vitales, aunque hablan tan de corrido que no se les entiende. 

Allí cantaba Rita, la mulata más hermosa que pudo existir.

Rita cantaba boleros con el triste encanto de quien conoce la fatalidad, su voz me hipnotizaba cada noche de tal manera que a los tres días le pedí matrimonio, para mi sorpresa aceptó y yo terminé uniéndome a la orquesta. Me enseñaron a tocar el huiro, el instrumento musical mas fácil para que estuviera listo para la próxima función.

Fue así como llegué a los Estados Unidos, el país del norte me deslumbró y las caderas de Rita dejaron de gustarme.

La abandoné en la estación de trenes de Chicago y entré a trabajar en la barra del “Rock and Ron”, un bar que combinaba el naciente ritmo con el sabor del trópico. Allí conocí a Elvis en persona que pasó a tomar un trago y también allí me convertí en lo que soy, una mala noche en que Ella me dio a beber la sangre del vampiro.

Junto a la iglesia hay un contenedor de basura, es donde me gusta recoger los periódicos para dormir, los papeleros ya no van por allí desde que maté a dos de ellos, fue en uno de esos viejos periódicos que me enteré que Ella estaba de vuelta en la ciudad, la nota hablaba de un decapitado al que le arrancaron el corazón. La señal estaba clara y Ella vendrá por mi, eso es seguro.

DEMENCIA SENIL

El hermoso animal revolvió con las patas delanteras entre la basura del Mercado Central, otro perro de la calle buscándose el sustentó aunque la pátina carmesí en el hocico hacía suponer que tuvo más suerte que los borrachines que le observaban.

-Míralo, es de raza fina y no muy grande, puede ser hembra.
-Metámosla en un saco de papas y la vendemos.

Se aproximaron al animal con cautela dispuestos a atraparlo y al estar al alcance de sus manos el perro giró para mirarlos directamente, el pánico se apoderó de ambos ladronzuelos al punto de salir corriendo de aquel callejón sin mirar atrás y no es que les gruñese o intentara atacarlos, pero algo maligno en los ojos del animal les hizo desistir.

-Mejor vamos a descargar los camiones.

A la misma hora de la fría mañana de septiembre el estudio de televisión dedicado a leer las noticias se encontraba en plena actividad, la productora salió a los estacionamientos a recibir personalmente al entrevistado de la mañana, un casi olvidado ex Presidente de la República que anunciaba la vigésima edición de su clásico libro: “La Neorepública”, que sobrevivía a otra edición por ser material de lectura de un par de universidades y dejó de tener interés incluso para su autor.

Mientras le maquillaban pudo verse al bien iluminado espejo, cada vez le gustaba menos ver el paso del tiempo marcado en su cansado rostro. “Lo malo de la demencia senil es que algunos escapamos a ella”, pensó.

El malvado animal salió en trote lento del Mercado Central, sus agudos sentidos le llevaron hasta un descuidado contenedor de basura junto a la Iglesia Mayor. La tapa del contenedor estaba abierta y de un ágil salto cayó entre los periódicos viejos.

-Sabia que vendrías, ya es la hora.

Un grito se ahogaba en la garganta del viejo, trató de mantener la compostura mientras en cámara se anunciaba su presencia después de comerciales. No pudo contenerse a un llamado superior a sus fuerzas, debía acudir a la cita con el irremediable destino y sin dar ninguna explicación abandonó las instalaciones del canal.

Esa misma mañana el inspector Gálvez sonreía entretenido al televisor, le causaba mucha gracia las tibias explicaciones que el presentador de noticas daba al decir que el invitado de honor no estaría presente. Más de un mal encuentro ha tenido Gálvez con la prensa y este tipo de cosas eran su pequeña victoria personal. La llamada que insistía en sacarlo de su divertido desayuno le amargaría el día.

“Inspector, llamaron del Departamento Legal, el cuerpo del decapitado ha desaparecido”.

EL RITO

Ya estaban todos reunidos en las catacumbas de la antigua iglesia, sobre una mesa de roble tan antigua como la misma construcción reposaba el cadáver del decapitado, la cabeza puesta sobre los hombros le daba la misma postura que el del guerrillero que mataron en Bolivia y a quien el ejército de ese país también descabezó suponiendo erróneamente que se trataba de un vampiro.

En realidad no existe forma segura de matar a un no muerto, existen siete métodos conocidos para eliminarlos pero si vuelven a ser unidos sus restos y se les pone encima unas gotitas de la Sangre Real un vampiro puede volver a la vida, o mejor dicho: al estado de vampiro.

La cita a la que todos se habían convocado tenía como objetivo devolverle la vida a uno de ellos. Aunque no todos acudieron por voluntad propia.

Alfredo el vagabundo fue obligado a cumplir con su presencia por orden directa de Ella, la Dama Blanca, heredera del nuevo mundo. Nadie conocía su verdadero origen, pero se supone que fue convertida en vampiro en la época de la conquista o incluso antes.

Tampoco el viejo político y ex premier de la república estaba allí por voluntad propia, fue convertido en vampiro hace escasos 30 años cuando estuvo exiliado en Paris y recibió una contribución especial de la Dama Blanca para su partido, junto con el bautismo de los no muertos.

La Dama Blanca estaba acompañada de dos de sus mas fieles asistentes: los gemelos Sanchez de Lozada que fueron convertidos en las cumbres del nevado Illimani en lo que hoy es Bolivia. Ellos son los responsables de la existencia de los Kari Kari, leyenda popular entre los indígenas.


“Solo existe una manera de convertirse en vampiro y es bebiendo directamente al menos una gota de la Sangre Real, la sangre del primer vampiro de la historia a quien los humanos conocen como Jesús, el Cristo quien fuera tentado por el demonio en el Getsemaní y al derramar su sangre sobre algunos de sus discípulos les transmitió una serie de poderes que los vampiros poseen. 

"Al tercer día el primer vampiro resucitó y desde entonces gobierna desde las sombras. Esperando el día del Armagedon, donde las fuerzas del bien se enfrentarán a los ángeles caídos y se definirá el destino de la tierra”.

El inspector Galvez no sabía como reaccionar frente al breve pero contundente discurso. Se tomó unos segundos para leer en los ojos de su interlocutor. Si fuera cualquier sospechoso lo mandaría encerrar y tiraría la llave bien lejos, pero se trataba de Ivan Cabrera, el médico forense mas destacado de Sudamérica, una eminencia internacional que podía decirse le hacía un favor al estado chileno al prestar sus servicios aquí.

“Sé que es difícil de creer pero tengo pruebas para corroborar parte de esto”. El doctor Cabrera limpiaba sus anteojos de cristal con un pañuelo mientras hablaba. Su mirada baja le daba aún menos credibilidad. Levantó la vista y sus ojos azules penetraron con fuerza hasta llegar al cerebro del inspector.

“Pruebas en el pelo, uñas y dientes del cadáver desaparecido le dan mas de dos mil años de antigüedad, entre sus ropas se encontró una tablilla de madera, pino para ser exactos, en ella se transcribió la historia que le acabo de contar, está escrita en Arameo, idioma usado en los tiempos de Cristo”.

-Eso no prueba lo del vampirismo. Objetó el inspector, sorprendido de participar en una conversación tan reñida con la lógica.

Una hora de explicaciones sobre una serie de análisis de sangre y teorías bastante complejas dejaron a Gálvez con mas dudas que certezas.

¿En qué momento la ciencia se cruzó con el misticismo?. 

Pero si el Dr. Cabrera lo decía debía ser verdad, su rigurosidad era famosa. 

Antes de dedicarse a la medicina forense fue un destacado físico teórico, el único latinoamericano en el Instituto Curie. 

Entonces sus teorías sobre una alineación electromagnética en el cuerpo humano que permitiría producir milagros e incluso detener el envejecimiento podrían tener un asidero. 

Luego estaba la teoría de que la Sangre Real contuviera alguna clase de virus que transmitiera ciertos “poderes”.

La última frase del Dr Ivan Cabrera aún sonaba en la mente del inspector: “desde el punto de vista de la biología molecular, envejecer y morir no es mas que una enfermedad”.

Podría ser posible, era eso o Cabrera estaba completamente chiflado.

De pronto y sin saber por quÉ el inspector Gálvez reparó en lo bien conservado que se encontraba el Dr. Ya debe rondar los sesenta y tiene un aspecto muy juvenil, siempre se lo había atribuido a la bicicleta que usaba como medio de transporte, pero. 

Decidió fumarse un cigarrillo mientras pensaba mejor las cosas.

Ella extrajo una minúscula botella de cristal de su seno y se dispuso a iniciar el ritual.


LA SANGRE REAL

La Dama Blanca dejó caer unas gotas de la sangre que nunca se coagula sobre el cuerpo inerte de Juan el Bautista.

“El que perdió la cabeza hace 2.000 años por un capricho de mujer en los tiempos modernos repetía su ciclo existencial. Esto comprueba que la vida no es mas que una espiral que se repite pero a la vez sigue su curso”.

El que fuera primer mandatario de la nación parecía envejecer a paso veloz con cada segundo transcurrido, pero los razonamientos seguían golpeando su cabeza.

Una débil luz cubrió el cuerpo del difunto que ya empezaba a podrirse y que sin embargo poco a poco se llenaba de vitalidad, la espesa capa de incienso que los gemelos Sanchez de Lozada esparcían por la catacumba de la iglesia impedían observar con claridad la forma como el cuerpo del profeta se reparaba a si mismo y algunos de sus músculos empezaban a tensarse.

Al cabo de unos minutos los pulmones exigieron un poco de aire y la Dama Blanca selló sus labios con un beso de vida eterna, Juan abrió los ojos y reconoció a su salvadora: 

“Maria, llena eres de gracia. Me has devuelto a la vida”.



El inspector Galvez tenía entre sus manos el segundo vodka de la noche, había adquirido la costumbre en tiempos de su exilio en la Europa del Este. No compartía con nadie esa actividad porque no conocía a nadie capaz de entender que un hombre pueda beber media botella y permanecer sobrio. 

Desde los amplios ventanales podía contemplar la cima del cerro San Cristobal, una iluminación celeste le daba un aire espectral a la estatua de la virgen que domina la ciudad.

“Y si fuera cierto, ¿esa estatua qué vendría a representar?”. 

Aunque trataba de unir ideas una lógica implacable se lo impedía, nunca fue nada religioso pero podía entender las consecuencias de esta historia. 

El teléfono celular llevaba varios timbrazos hasta que se percató de ello, era Ivan. El doctor quizá tendría mas información, decidió contestar.

Cuando un vampiro vuelve a la vida queda en situación muy desvalida, por que necesariamente requiere del cuidado de otros de su misma especie para ser alimentado y resguardado mientras recupera las fuerzas, es exactamente como un recién nacido, solo que su período de recuperación es mucho mas rápido y en pocas horas vuelve a ser el mismo.

“Las fuerzas de mal nos acechan y esta iglesia no es segura, pronto llegarán y es de vital importancia permanecer en las sombras, el gran día del Armagedon no ha llegado aún. 

"Vendrán por nosotros y no podremos contenerlos”. Las palabras de María eran apremiantes, Juan el Bautista entendía el peligro pero aún no estaba listo. Si no sufrían un ataque podrían huir antes del amanecer.

Gálvez no entendía como una computadora podía entregar mayor información sobre los vampiros, sobre la eterna lucha del bien contra el mal y sobre una confabulación para crear un nuevo orden mundial, era todo demasiado absurdo para seguir la línea de razonamientos del doctor, a pesar de eso decidió usar un vehículo oficial y llevar al científico a la Iglesia Mayor, en el camino tendría tiempo de explicarle mejor.

“En realidad no es tan difícil inspector, lo que pasa es que es increíble. 

Verá usted: En principio se tiene la creencia de que Dios es bueno y que Lucifer es malo, pues bien, la realidad es exactamente al revés, las fuerzas del bien están representadas por la oscuridad. 

-¿Lucifer es un ser de luz?, preguntó el inspector sin entender.
-Como su nombre lo dice Lucifer (del latín lux "luz" y fero "llevar": "portador de luz") 

No siempre fue así, desde el primer concilio ecuménico celebrado en Nícea se desestimó al verdadero cristianismo y allí fue que todo cambió. 

"Lo importante inspector es que esta noche las fuerzas del mal están por dar un golpe de muerte ya que piensan capturar al mismísimo Juan el Bautista y a María la Magdalena, con ello el anuncio de la segunda llegada jamás ocurrirá y eso determinará el fin de nuestros tiempos”.

"Por lo menos debería decirme a quien debo dispararle", pensó el inspector que no terminaba de entender nada.

Al llegar a la iglesia el destino ya estaba escrito. 

Muchos reporteros y un par de patrullas. Galvez tuvo que mostrar su credencial varias veces para cruzar el cordón de seguridad. Allí se encontró a Benítez, el inspector de narcóticos y también estaba la fiscal Reyes. Luego de unos minutos pudo conocer la versión oficial de los hechos.

"Al parecer un alto político y un grupo de extraños personajes se dieron cita en la iglesia para contratar una prostituta y organizar tremenda orgía, se dice aunque esto no está confirmado, que existe un exclusivo club de degenerados de alta sociedad que hacen este tipo de fiestas en lugares sagrados, incluso los graban en videos que circulan por internet. 

Es un gran escándalo porque un expresidente está metido en la cuestión. Seguramente tratará de usar sus influencias pero mira todos estos reporteros, será imposible callarlos a todos".

“Si, parecen vampiros chupadores de sangre”, comentó el inspector. Al ser conducidos a la furgoneta, el cansado policía logró reconocer a uno de los detenidos, se parecía bastante al cadáver del decapitado.

“Llegamos muy tarde”. Reconoció con una agria sonrisa el Doctor.

Dentro de la furgoneta el cada vez más anciano político observó de frente a María, la Dama Blanca. 

“Otra vez la llaman prostituta, como hace dos mil años, la historia se repite aunque no siempre para bien”.

MENSAJE DEL AUTOR:

Si te ha gustado este cuento, compártelo. También te invito a comprar por 0,99 centavos mi recopilatorio: Historias para no dormir


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente no más.