El Blog de Juan Cuevas: Salario Mínimo

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10 de marzo de 2014

Salario Mínimo

Sentado frente a los nuevos empleados Tom Marcovich se tomó la libertad de continuar fumando uno de sus finos habanos, no los disfrutaba pero conocía el efecto que causaban en el resto. Desde su imponente despacho en el piso 27 parecía dominar los destinos de todo aquel que se le plantara enfrente. Había mandado construir específicamente los asientos de invitado un nivel mas abajo que su enorme sillón, además su espaldar era ancho pero no demasiado alto ya que de otro modo su baja estatura resultaría evidente.

Expulsó el humo hacia arriba mientras observaba a los dos sujetos: un viejo sin fuerzas para trabajar y un muchachito con cara de crío, los rasgos confirmaban el parentesco. Según sus documentos no servían mas que como obreros no calificados, salario mínimo, sin prestaciones. Tenía demasiados de estos extranjeros sin vida y aunque siempre contrataba personalmente a todos sus empleados, la práctica dejaba de ser eficiente, estaba por despachar a ambos cuando miró a los ojos del chico, claramente lo estaban pasando mal, los rostros anémicos revelaban historias de dolor y miseria, desplazados en un país que ya no los quiere.

Selló un par de pases y los envió al sector 7G. Tuvo que llamar a su secretaria para desembarazarse de aquellos dos que no paraban de besar sus manos. Antes de subir al helipuerto se lavó las manos a conciencia.

“Malditos humanos”, murmuró la máquina de cien millones de dólares.

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