El Blog de Juan Cuevas: La última pelea

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8 de marzo de 2014

La última pelea

1.
Todos dicen que el peor momento de todos es justo antes de salir al ring, cuando estás en tu camerino y no hay nada que hacer mas que esperar, ya los ayudantes te dejaron preparado, las manos bien vendadas y los guantes enfundados. Todo tu cuerpo está cubierto por una espesa capa de vaselina, sobre todo en el rostro. El entrenador ya te dijo lo que tenía que decir y siempre te toca esperar cinco minutos o mas para poder salir.



A mi nunca me vinieron los nervios en ese momento, toda mi mente siempre se ponía en blanco y lo mismo podía estar esperando en la fila del banco que para la pelea de mi vida, no había gente, no había presión.

Fue justo en ese momento que Tony Santino llegó con su traje de dos mil dólares y un habano Cohiba de la mejor calidad, dicen que se los envían de Cuba especialmente. Santino maneja una red de prostitutas en la ciudad, también es manejador de apuestas y eso lo traía hasta mi esa noche.

Te dije que llegarías a lo más alto chico y ahora mírate. ¿Listo para reventarle la cabeza a Stevens?.
Si señor Santino.

Yo siempre fui de pocas palabras, sobre todo con gente peligrosa como el.
Escucha chico, hay dos rubias en la primera fila justo junto a tu esquina, si ganas esta noche son tuyas.
Gracias Señor Santino.

Santino siempre me preparaba ese tipo de bonos extra antes de una pelea importante, no es que fuera un vicioso, pero para un tipo con mi aspecto lo de las mujeres no se da muy fácil, es por la viruela que me dio de niño y por mi aspecto demasiado fornido, las mujeres se asustan si no se les paga.

La pelea anduvo tranquila, Stevens es buen peleador pero lo calcé bien en el segundo asalto y fue perdiendo fuerza, el árbitro paró la pelea en el noveno y me dio la victoria, Santino me dió los billetes y también las rubias.

Pero luego vino lo desagradable.

No recuerdo nada de esa noche, solo que me fui al hotel con las chicas de Santino, tomamos vino tinto porque es lo que me gusta tomar después de una pelea, se me figura que así recupero la sangre perdida, después nosé que me pasó, me despertaron los gritos de la chica, estaba histérica, yo bañado en la sangre de la otra chica, jamás pensé que una criatura tan pequeña pudiera tener tanta sangre.

Dicen que la maté, que con el licor me pongo violento, yo la verdad es que no me acuerdo.

Santino me consiguió un buen abogado, pero las pruebas y el testimonio de la otra chica fueron terminantes, me dieron 20 años y tuve que devolver el cinturon de campeón mundial.


2.

En la cárcel de máxima seguridad me pusieron en la misma celda que Carlitos, el famoso criminal. Yo ya lo conocía por la tele igual que todo el mundo, pero la verdad es que se lo ve mas joven en persona, parece un niño pero tiene un largo historial. Se mueve en prisión con la misma soltura que Santino en los casinos, facilidad de palabra que le llaman. Yo no tengo deso.

Santino ofreció ayudarme mientras estuviera en prisión, siempre fue mi apoderado y trató de protegerme pero lo mataron hace un mes, una banda rival según dicen, antes de llegar a prisión le firmé unos documentos, que son para administrar mis fondos me dijo. Como no sé leer puse una cruz igual que siempre.

Esta mañana llegó una carta para mi, me la trajo uno de los guardias, dijo que tenía que recibirla. Yo tomé el sobre entre las manos pensando que sería un error, a mi nunca me ha escrito nadie y sigo pensando que es una confusión. La guardé entre mis cosas hasta que me la pidan de vuelta, porque mia no es.

Extraño a Santino, aunque aquí no me falta nada y hasta puedo entrenar con el Chucho me gustaría que estuviera vivo y que me trajera alguna rubia de vez en cuando. Carlitos me contrató como guardaespaldas y me paga bien pero no es como Santino.

Ya pasaron varios meses y como no han venido a buscarla pensé botar la carta, pero me entró la duda y como me da pena decirle a Carlitos le pedí al Chucho que me leyera la carta, el es hombre de Dios y no va a mentirme como los otros.



3.
Aquí nos separamos campeón.

El guardia me dejó con el alguacil del juzgado, miles fueron a la corte aquel día, muchos más que en todas mis peleas juntas, gloria del país que cae en desgracia.

Aunque les pese soy el único que le ha dado un titulo mundial en cualquier deporte.

A pesar de no saber leer ni escribir y haber salido del peor barrio de mi ciudad soy mas respetado y querido que todos los políticos, científicos o periodistas de mi patria, eso lo entendí el día que me pusieron las cadenas, los rostros de la gente de la calle que me reconocía en el bus de gendarmería, la tristeza de la gente, me dolió tanto.

Pero esto es lo que hay, no tengo mas que ofrecer, se que no soy perfecto pero no soy malo.

Me llovieron las cartas de la gente, algunos eran dibujos de niños, el resto no se. Se ofrecieron a leermelas pero para que, la pena de muerte está dictada y es cosa de horas para que me vengan a buscar.